Por diversas causas los Latinos emigran a otro país con la esperanza de una vida mejor, para ayudar y proteger a su familia. Piensan que sera rápido y feliz para lograr el sueño Americano. Pero no todo es color de rosa, cuando se presenta el verdadero sentir del ser humano. Momento de gran estrés y ansiedad, cuando se vive el shock cultural, la diferencia de lenguaje, no conoces a nadie, no sabes cómo conducirte y extrañas a tu familia, amigos, costumbres, todo lo que ha quedado atrás y tienes que volver a empezar con un gran vacío interno.

Unos de los problemas emocionales que viven los inmigrantes son:

El Síndrome de Ulises: Es un cuadro de estrés muy severo, conocido como estrés crónico y múltiple. Personas que luchan por vivir en un nuevo país, sacando fuerzas desde las entrañas y debido a la gran carga de estrés sufren insomnio, migrañas, tristeza y consecuencias hormonales. Este síndrome no debe confundirse con la depresión porque los síntomas son diferentes.

El Duelo Migratorio: Es el proceso de adaptarse en otro país, lo cual suele ser muy difícil y puede caer en una patología. Cuando dejas a la familia, amigos y todo tu mundo, sientes culpa, tristeza, no lo quieres aceptar y anhelas volver algún día. Luego el nuevo lugar de residencia se convierte en tu nueva vida y al regresar a tu país ves que ya todo cambió, ya nada es igual.

El Estrés Aculturativo: Una combinación de la nostalgia por lo que dejaste atrás: familia, estilo de vida y estatus social. Todo trabajo es respetable, pero un ejemplo, es el estrés de una persona que en su país se dedicaba a una profesión y aqui tiene que hacer algo muy distinto. También el miedo a la deportación, la falta de apoyo y la discriminación recibida debido a la raza.