Asumir la responsabilidad de nuestros pensamientos, decisiones y acciones requiere hacerte cargo de ti mismo, del auto amor, del auto cuidado, de ser la consciencia detrás de tus pensamientos, aceptando los aciertos tanto como los errores, sin culpa ni juicios, tomando el compromiso de tomar las riendas de tu vida, practicando la auto gestión, sin responsabilizar a otros por tus logros o fracasos. Hacerte cargo de ti, es estar dispuesto a tomar las decisiones que hagan falta para que alcances el bienestar, correr riesgos saludables, es decir, sin exponerte, y por supuesto hacerte cargo de las consecuencias de todo lo que decidas hacer.

Hacerte cargo de ti mismo es dejar de esperar a que otra persona llegue a rescatarte o a resolverte los problemas, a ofrecerte oportunidades, mucho menos a organizar tu vida, tus prioridades o a decirte qué hacer. Para ser tu propio líder requieres invertir en ti, en tu crecimiento personal y profesional, buscar lo que te llevará a obtener todo lo que es bueno para ti y soltar lo que no aporta para tu desarrollo, arriesgarte, ser resiliente, constante y disciplinado para obtener los resultados que deseas. A nadie le gusta sentirse culpable por errar en su vida, es por eso por lo que es mucho más fácil no hacerte cargo de ti y que dicha culpa recaiga sobre otros para no sentirme como una persona fracasada. Sin embargo, el verdadero fracaso está en no tomar las riendas de tu vida. Para hacerte cargo de ti, es importante tener claro quién eres, descubrir tu propósito de vida, qué es lo que te inspira y motiva, comenzar a verte con los ojos del amor y la compasión, y, por último, soltar las expectativas de perfección, que se van creando gracias a estándares sociales que son faltos de realidad. Una guía sencilla que puede apoyarte en el proceso de hacerte cargo de ti puede ser practicar estas acciones: 

Suelta las creencias que te limitan y no te permiten crecer, especialmente la idea a de que tienes que ser perfecto. Recuerda que las personas reales no son perfectas y las personas perfectas, no existen.

El autoconocimiento te permite saber quién eres, desde tu interior y tu propia esencia, cultivando tu auto estima, auto valoración y auto amor, que, a la vez, te permiten creer en ti y tener una actitud de confianza ante cada situación que se te presente en la vida.

Arriésgate. No hay nada peor en la vida que esconderte detrás de una imagen falsa de ti, que dice ser valiente y ser dueño de su vida, pero que en realidad no se toma acciones. Atrévete a tomar el riesgo de hacer algo diferente, de sentir, de enamorarte de ti, de la vida o de alguien más… atrévete a descubrir cosas nuevas para mantener encendida la llama de la pasión por vivir.

Gracias estimado lector por hacerme parte de tus días al leerme y compartir conmigo en este espacio y en las diferentes plataformas sociales. Que tengas un bendecido mes de septiembre, te dejo como siempre, una sonrisa para continuar el camino.