Todas tenemos dones, cualidades, conocimientos, y experiencias que pueden llevarnos hacia nuestros sueños y también podemos ponerlos al servicio de los demás en nuestro camino de la vida.  No nos engañemos, el mundo no es ni de los mas ricos, ni de los mas guapos, ni de los mas inteligentes. El mundo es de aquellos que pasan a la acción, de aquellos que no se minimizan ante los miedos, las pruebas, los obstáculos, ante el primer ‘NO’.  

El mundo es de quien se la juega en pocas palabras. ¿Sabes que ningún pájaro ha nacido para quedarse en su nido?  ¡Haz que tu música suene! Nacimos para crecer y llegar a lo más alto posible, para crecer, para producir y no para quedarnos quietas viendo la vida pasar. Tenemos la obligación de prosperar y dar lo mejor de nosotras, porque solamente así recibiremos la recompensa que esta preparada para cada una de nosotras, que no es otra que la recompensa a nuestro esfuerzo y valía.

No olvides que en esta vida hay tres clases de personas; las que hacen que las cosas pasen, las que miran las cosas pasar y las preguntan qué ha pasado. ¿Quién eres tú?  Te recuerdo que el objetivo de la vida no es vivirla, sino aprovecharla al máximo. En mis artículos pasados he tratado la importancia de educar nuestros pensamientos – Todas tenemos una vocecita interna negativa, esa es la que tienes que derrotar. Mientras no seas capaz de debilitar esa voz interior negativa, será muy, pero muy difícil que puedas tener éxito y ser feliz en tu vida. ¡¡Así de claro!!

Vivir en constante angustia o tristeza impide encontrar la paz y el equilibrio imprescindible para ser productivas y felices.  Para evitar las preocupaciones hay que sustituir esos pensamientos por ocupaciones o ideas constructivas y positivas. Ocuparnos en planes, aficiones, personas… salir del torbellino toxico en el que nos metemos a veces de forma inconsciente. 

Es importante aceptar que uno tiene limitaciones, que comete errores y que se puede equivocar. No se triunfa en la vida por no tener defectos e imperfecciones o por no equivocarse, sino por no corregir esas limitaciones. Tus defectos no tienen que hacerte daño si los conoces y eres capaz de aceptarlos y mejorarlos.

No olvides que tu mejor versión sobresale cuando te enfocas en tus capacidades practicando el orden, voluntad, disciplina, amabilidad, constancia y trabajo. Una persona con voluntad es capaz de ponerse objetivos y aventurarse para alcanzarlos.  Esto lógicamente, no se aprende de un articulo de revista, se aprende viviendo, disfrutando, sintiendo y palpando la vida, pero sobre todo cayéndote y volviéndote a levantar. Te recuerdo, tu eres el resultado de tus pensamientos, creencias y decisiones. Tienes que darte cuenta de que tus decisiones determinan tu vida; con la pasión adecuada y la voluntad fortalecida, puedes conseguir lo que te propongas. 

El año nuevo es el momento perfecto para dejar atrás las malas experiencias y decepciones del pasado y prepararnos para un nuevo capitulo en el libro de nuestra vida. 

Feliz Año Nuevo 2023