Celebrando 10 años de caminando juntos hacia el exito.
Problemas psicológicos en los niños inmigrantes
Algunos países latinoamericanos presentan lamentables escenarios donde la violencia, la falta de oportunidades de empleo, educación y bienestar hacen que el ambiente se ahogue en la desesperación y frustración por lo cual muchas familias deciden dejar ir a sus hijos solos en camino de una gran odisea que carece del apoyo cercano, físico y palpable de los padres, que quizá también se fueron mucho tiempo antes en busca del llamado: “Sueño Americano” y ahora sus hijos van con los ojos cerrados, con la ilusión de reunirse con su familia y pasando por situaciones devastadoras que los lleva al sufrimiento y daños psicológicos.
Empieza el largo viaje donde el hambre, el sueño, el frio, la sed y el cansancio por largas horas de caminatas por el desierto empiezan a afectar sus vidas. El miedo se hace presente, la angustia, desesperación, sintiéndose desorientados y envueltos en un abismo de inseguridad. Viviendo grandes retos a tan corta edad y empezando a manifestarse cierto desequilibrio psicológico y emocional por malos tratos que están a la orden del día en su caminar a través de violaciones, daños físicos, tráfico de personas, etc. Enfrentándose a varios peligros en sus jornadas interminables hacia su destino final.
Unos quizá llegan, otros no y si tuvieron la suerte de pasar la frontera empieza otro reto de gran estrés por el encuentro con el shock cultural, el lenguaje, nuevas costumbres muy diferentes a las suyas en sus países de origen. Manifestándose nuevos síntomas como la depresión, la angustia y soledad percibida por el ambiente que los lleva a no sentirse valorados cuando son atacados por su color, raza, forma de vestir, comer y comportarse en un mundo frio lleno de incertidumbre por el futuro. La tristeza invade sus recuerdos y el abrigo tan solo lo encuentran: en una palabra de esperanza.
Los niños que viven estas desgarradoras experiencias pueden convertirse en adultos con baja autoestima, llenos de frustración, creando mucha dependencia familiar por el miedo a ser nuevamente abandonados. Pero por otro lado pueden también convertirse en seres llenos de fuerza para alcanzar grandes metas por la valentía presentada. Todo depende del núcleo familiar que a pesar de haber estado aislado y distante por mucho tiempo, al momento del encuentro van a florecer los sentimientos y actitudes guardadas que en cada caso se proyectan de forma diferente ya sea de rencor por el abandono, la sorpresa del encuentro con otra persona muy diferente, choque de emociones encontradas que requieren muchas veces de una orientación para una nueva adaptación y convivencia.
Los niños requieren adaptarse a un nuevo espacio social donde puedan cubrir sus necesidades de aceptación y reconocimiento. Necesitan alimentar su vida espiritual con respeto hacia sus propias creencias lo cual será de ayuda para sanar las heridas emocionales. Atención médica y ayuda psicológica para liberar tensiones y bloqueos emocionales que han dañado su alma joven y puedan ver la luz de oportunidades llenas de amor como premio a un trágico recorrido.