¿Eres de las mujeres que se quejan habitualmente? o ¿tienes a tu alrededor personas que lo
hacen? ¿viven renegando de la vida que llevan? Siempre haciéndose las víctimas, se quejan
porque si y porque no y sobre todo no hacen nada para cambiar lo que les atormenta. Las quejas
son un idioma interno que se transmite a los demás de forma expresiva; Sentimientos de
inconformidad, dolor, miedo, sufrimiento, e insatisfacción. Expresarse es bueno, pero quejarse
no es la solución. La queja pasa a ser un acto inconsciente. A través de la queja, la persona trata
de generar culpa, compasión o solidaridad, casi siempre para no asumir sus responsabilidades.
Cuando nuestro comportamiento es limitado, disfuncional y nos discapacita para enfrentarnos a
la vida, es el momento de tomar consciencia. Por eso, es tan importante reconocer que patrones
de comportamiento dañinos nos impiden crecer, evolucionar y ser felices. Hay que comprender
que las quejas no resuelven nada, sino que refuerzan el malestar y la inconformidad en la que se
vive.

Te pregunto… ¿Cuántas veces te quejas al día? Apuesto que unas cuantas, así que mi
recomendación es que dejes de quejarte. Las quejas son improductivas porque no consiguen
llegar a ninguna solución. Las quejas que no conducen a un plan de acción son perdida de
energía, una energía que se podría usar de manera mas inteligente para buscar soluciones
alternativas. Y, sería más productivo tomar el tiempo para solucionar todas esas cosas por las
cuales te estás quejando. A partir de ahora, y al menos por un día, no te quejes de nada. No será
suficiente para corregir tu habito, pero si para tomar consciencia de ello. ¡Un día a la vez!

Para saber cómo dejar de quejarse hay que conocer el porque se produce este comportamiento.
Hay diferentes motivos:

• Porque fue aprendido
• Por habito
• Por no tener tema del que hablar
• Porque tienden a ser pesimistas y centrarse en el miedo
• Porque son perfeccionistas y exigentes
• Por ganas de llevar la contraía
• Por querer sentirse importantes
• Por insatisfacción
• Por sentirse víctima

Debemos aprender la diferencia entre: Desahogarse y quejarse.
Cuantas veces conocemos a alguien y en cinco minutos quedas agobiada y sin palabras al
escuchar las quejas de tu interlocutor. Quejas relacionadas con la falta de empleo, con su pareja,
con sus hijos, el pésimo servicio de salud, la falta de educación de sus vecinos, etc.…

La diferencia entre desahogarse y quejarse. No es lo mismo desahogarse que quejarse, son dos
cosas muy diferentes. Quien se desahoga, lo hace para liberar la tensión de una situación que le
causa dolor o angustia, usando palabras para describir lo que está sintiendo. ¿Con quién puedes
hablar de tus problemas? Habla con tu familia y amigos con las personas que te conocen, las que
te quieren y comprenderán. Pero, cuando nos quejamos tenemos consecuencias negativas de
las que en ocasiones no somos conscientes. Si te rodeas con gente que vive sus días
lamentándose por todo, entonces empezaras a quejarte tú también. Es un efecto rebote del que
no podemos escapar, a menos de que hagas algo al respecto. En definitiva, te hace daño a ti y a
los demás. Puedes convertirte en una persona toxica. ¡Cuidado!

¡Hasta la próxima!
Su amiga de siempre.
Elsa O’Farrill